Siguiendo con la cronología de los hechos, desde diciembre todo fue extraño. Ocurrieron una serie de eventos que han desencadenado en muchas cosas, algunas buenas otras definitivamente malas. Pero me verán caer… quejarme… pero siempre me levanto para no dejar de intentarlo, porque así de terco me hizo la vida… (a todos nos hace como le pega su chingada gana!).
En fin, no soy victima de las circunstancias pero si de la reflexión y el idealismo, por lo que tomar vacaciones de diciembre en Mazamitla, Jalisco verdaderamente me dio alas en el cerro, y el valor pa’ aventarme y volar. Así es, visité las originalmente bautizadas “Memo: Cabañas y Caballos” (que a ellos también los visité jejeje).
Que detalle de mi madre, el invitarme a salir “en familia” aunque un poco raro porque habitualmente mi familia no se integra por mi primo Álvaro (que vivió en Londres un par de años, tiene una MacBook Pro, una cámara fotográfica chida y estudia LDG en el ITESO), una tal “Rocio” (amiga de mi madre, tiene una hija con novio y un hijo casado), mi madre y sho. De cualquier forma, 4 equipales y una chimenea en Mazamitla nos dieron múltiples temas de conversación, unas buenas partidas de dominó, café de olla, ponche y un calorcito que solo se puede disfrutar en las cumbres de la sierra del tigre.
Paisajes relajantes, construcciones hermosas, actividades interesantes, y bueno como desde morro me ha gustado el contacto con la naturaleza, verdaderamente me siento pez en el agua estando entre los agrestes y pintorescos paisajes de la suiza mexicana. Vimos casas de campo (para tiempos compartidos), hoteles de montaña (gran clase obviamente), paseamos hasta la cascada en caballo (hace años que no montaba y hoy tengo evidencia jeje), nos echamos una carne con unas chelas, y disfrutamos a más no poder de unos cuantos días lejos del ajetreo y “corre corre” de la ciudá.
Mi N73 al pie del cañón testigo fiel de todas estas aventuras y las que se han suscitado desde que lo compré, también me sirvió para anotar una gran serie de reflexiones hechas el calor de la chimenea, en el frió de la montaña, y claro con un rabioso e inmenso coraje por tener novia y que simplemente no pudiera disfrutar con ella de un cálido y hermoso fin de año. Esos días me pasaron bien, alejarme de la computadora siempre es estimulante, más cuando presentas una temporal “aversión” a ella, por motivos de relaciones humanas (en lo que por cierto me considero todo un ‘Rookie’).
Y después de brincar de Mazamitla al rancho en Michoacán, les confieso que fue un pasajero placebo dedicarse a comer y dormir en casa de “los abuelos”. Alguien más los disfrutará como yo? Digo! Dejarse chiquear así no es una tarea sencilla, como tampoco lo es ser un nieto agradecido de una vida de sacrificios y experiencias familiares alegremente contados por mi Abuela, quien verdaderamente es la unión total de toda
1 opiniones o comentarios.:
y yo vivia sin el autor!...pero me rehusaba ha deshacerme de él que bueno q descubri q aun vive jajaja.... Hay eso de terminar la uni lo que más duele es que son cambios a wevo, no eliges ni decides, ya está escrito en la evolución del hombre(para los q estudian); gastos, despedidas, lagrimas, presiones, Uf una infinidad de sentimientos que bueno...lo mejor es disfrutarlos pues solo c vive una vez, buena vibra y que chido todo lo que platicas, el apoyo de tu family, quedarte con muchos amigos, logros cumplidos y loq falta...beysitos!
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