[ARTICULO] Publicado por Plenitud.com por medio del portal MSN para México el día Domingo, 15de JuLio de 2007, 07:09:09 p.m. Publicado "AS IS" (osea copipaste).
Las investigaciones sociales sugieren que entre el 15 y el 50% de las personas admiten haber tenido relaciones extramatrimoniales, lo que en términos estadísticos es muy relevante.
Se han dado muchísimas explicaciones sobre el tema, pero siempre surge la polémica: ¿mejora la relación dentro de la pareja, una relación fuera de la misma? ¿Hay que hacerse el distraído? ¿Hay que tomar medidas drásticas? ¿Es lo mismo si el que busca el placer afuera es mujer o es hombre? Todos estos interrogantes y muchos más, circulan en las charlas y no se llega habitualmente a ninguna conclusión.
Lo que ocurre es que en éste, como en muchos temas, no existen generalidades, ya que cada caso es diferente. No obstante existen grandes lineamientos con puntos en común, de situaciones de lo más variadas.
Desde la “ infidelidad” (¿debemos llamarla así?) ocasional a la adicción que presentan algunas personas hacia estas situaciones, existe una amplia gama entre las que se encuentran las más comunes.
Hay personas a quienes accidentalmente se les presenta una situación de sexo y sin una explicación o motivo aparente se prestan a ello. Esta circunstancia es bastante común. En general carece de trascendencia y no es conocida por la otra parte.
Pero hay otros casos en que se trata de una relación más prolongada y que implica un mayor compromiso afectivo. Habitualmente también es desconocida.
Otra situación distinta es la de la persona que busca compulsivamente relaciones extramaritales y hace una secuencia de seducción, posesión, abandono, sin afecto y a veces sin siquiera buen sexo. Esta es una actitud compulsiva que tiene poco que ver con la situación matrimonial y sí mucho con la persona en sí misma y con un alto grado de insatisfacción.
En estos casos, comúnmente las parejas no ignoran estas conductas y se reiteran las escenas de acusaciones y agresiones o en otros casos se prescinde emocionalmente de las acciones del otro por diversos motivos (intereses, miedo a la soledad, económicos, por los hijos, etc.).